La esencia del vino de la Terra Alta
Viticultors Bateans apuesta por la uva de garnacha y la agricultura ecológica
En el altiplano de Batea nacen algunos de los mejores vinos de la comarca de la Terra Alta. El año 2003, varios agricultores del municipio se unieron para sumar esfuerzos. De esta manera empezó Viticultors Bateans, una cooperativa que apuesta por el cultivo de variedades de uvas autóctonas —como la garnacha blanca— y que, hoy, reúne casi cuarenta socios.
En 2012, Viticultors Bateans inauguró la bodega en la partida de Manyol, una finca ubicada en las afueras del pueblo y que da nombre a los tres vinos que se embotellan. Las instalaciones se construyeron a pie de viña. Esta proximidad evita la oxidación y permite conservar las características organolèptiques de la uva durante la vendimia.
En una parte de las fincas la recolección se hace a mano para seleccionar los mejores frutos en el punto óptimo de maduración. Para la vinificación se utilizan depósitos de inox o barricas de madera de roble (en el caso de los vinos, embotellados en la misma bodega). El control de todo el proceso de producción, desde el cultivo de las viñas hasta el embotellado, es clave para ofrecer un vino auténtico, heredero de la tradición y vinculado al territorio.